Amargo fin de año para trabajadores Chillanejos

Tras cerrar su proceso de fabricación muebles de pino finguer. La empresa CIC de Chillan despidió a 86 trabajadores.

Estos despidos se suman a los ocurridos recientemente en la Distribuidora Rabie. Lo que engrosa la tasa de desempleo de nuestra zona, que producto a la estacionalidad había vuelto a un dígito.

Gran parte de la problemática radica en la falta de iniciativa y voluntad política de las autoridades, que impide tomar medidas concretas y de fondo para combatir el desempleo.

Por un lado no se generan medidas que protejan el empleo, como lo hacen las grandes potencias. Como tampoco se ha legislado para que el estado posea las herramientas que impulsen la creación de nuevas empresas, como lo fue a principios del siglo 20.

Hoy el estado es un observador pasivo de la realidad y sus autoridades se limitan a pedir a los empresarios del sector privado que se hagan cargo del problema. Desconociendo que la finalidad de una empresa es generar utilidades y cuando no es rentable se termina la operación para proteger el capital.

Muchos trabajadores como los de CIC sienten que su empresa les volvió la espada o creen que son culpables por lo ocurrido. Lo que les impide dimensionar que son víctimas de una de las realidades cada vez más frecuentes, como es la falta de empleo estable y de calidad.