No más AFP

El otro día me contacto un buen amigo que anduvo por la sede del  Sindicato de Trabajadores de PETROX en Concepción. Y me comento que estaban trabajando  junto a otras organizaciones sociales en un movimiento social llamado NO más AFP. El que se sumaría al movimiento de otras organizaciones sindicales del país que reclaman el fin del sistema actual de administración de los fondos de pensiones. 

La iniciativa que se suma a la presentación en el congreso del mítico proyecto de AFP Estatal, que además pretende introducir reformas al sistema previsional actual.

Es de esperar que esta vez no se impongan los intereses de los dueños del capital sobre el de los trabajadores, que cada vez ven más complejo el futuro de una vejez digna.

No hay indio malo


A mi padre le gustan las películas de pistoleros y cuando era niño vía junto a él los western cuando llegaba de su trabajo. Cuya trama generalmente trataba de la pugna entre indios y vaqueros. Generalmente los indios eran los malos de la película. Haciéndoles la vida imposible a los pobres cara pálida. Asesinando cobardemente a gente indefensa además de saquear y quemar sus casas y cultivos. En mi mente imberbe pensaba que los indios eran unos antisociales a los que había que castigar.

Un día le pregunte a mi abuela materna porque los indios eran tan malos. Ella me miro desconcertada y me dijo. Juan, nosotros provenimos de los indios y nuestros antepasados eran gente de paz que respetaban al prójimo y la madre naturaleza.

Cuando escucho las noticias sobre el llamado conflicto mapuche, donde los indios son los malos de la película. Me pregunto cuanto de lo que vemos y escuchamos en los medios es realidad. Desde la llegada de los españoles, quienes han escrito la historia no han sido justos con el pueblo mapuche. Ya que siempre se le ha retratado un pueblo belicoso y rara vez se han hecho referencias sobre sus costumbres y valores admirables.

Creo que es necesario aprender de nuestros vecinos latinoamericanos, los cuales se reconocen como naciones multiculturales. Donde abiertamente se acepta la cosmovisión de los pueblos originarios y la legislación respeta sus costumbres y tradiciones. Lamentablemente aún como sociedad chilena estamos lejos del reconocimiento y aceptación de nuestra propia historia e identidad, haciéndonos extranjeros en medio de nuestra propia gente.

Por Juan San Martin