A mi padre le gustan las
películas de pistoleros y cuando era niño vía junto a él los
western cuando llegaba de su trabajo. Cuya trama generalmente
trataba de la pugna entre indios y vaqueros. Generalmente los
indios eran los malos de la película. Haciéndoles la vida imposible
a los pobres cara pálida. Asesinando cobardemente a gente indefensa
además de saquear y quemar sus casas y cultivos. En mi mente imberbe
pensaba que los indios eran unos antisociales a los que había que
castigar.
Un día le pregunte a mi
abuela materna porque los indios eran tan malos. Ella me miro
desconcertada y me dijo. Juan, nosotros provenimos de los indios y
nuestros antepasados eran gente de paz que respetaban al prójimo y
la madre naturaleza.
Cuando escucho las
noticias sobre el llamado conflicto mapuche, donde los indios son los
malos de la película. Me pregunto cuanto de lo que vemos y
escuchamos en los medios es realidad. Desde la llegada de los
españoles, quienes han escrito la historia no han sido justos con
el pueblo mapuche. Ya que siempre se le ha retratado un pueblo
belicoso y rara vez se han hecho referencias sobre sus costumbres y
valores admirables.
Creo que es necesario
aprender de nuestros vecinos latinoamericanos, los cuales se
reconocen como naciones multiculturales. Donde abiertamente se acepta
la cosmovisión de los pueblos originarios y la legislación respeta
sus costumbres y tradiciones. Lamentablemente aún como sociedad
chilena estamos lejos del reconocimiento y aceptación de nuestra
propia historia e identidad, haciéndonos extranjeros en medio de nuestra propia gente.
Por Juan San Martin