Tu problema es mi problema

Por Patricio Segura
Para el Mostrador. cl


En los últimos días, como ocurrió hace meses con la erupción del volcán Hudson y anteriormente con la aprobación de HidroAysén por parte del gobierno, nuevamente este trozo de Patagonia, Aysén, recibe la atención de Chile.

Aunque lamentablemente (e intencionadamente) no faltarán quienes digan que lo más notorio son los cortes de ruta, las barricadas, las tomas de aeropuertos, los cadenazos a los tendidos eléctricos -que a esta hora me tienen escribiendo a oscuras y con escasa batería en el computador- como habitante de Aysén, con una mirada que miles de ayseninos compartimos, son otros los elementos que, a nuestro parecer, convierten en inédito el Movimiento Social por la Región de Aysén.
Primero, porque nuestro lema es “aysenino, tu problema es mi problema”, que trae aparejada una condición que hemos ido perdiendo en esta sociedad del individualismo y del sálvese quién pueda. Eso que sólo recordamos para la Teletón, la cual, para ser francos, no apunta al tema de fondo, estructural y que se refiere a la forma en que como colectivo (con su principal institución, el Estado) nos hacemos cargo de los temas comunes. Hoy en Aysén lo que exige el pescador artesanal es también lo que exige el campesino, lo que demanda el empleado fiscal; es también lo que demanda el trabajador privado, lo que piden los padres de hijos en edad universitaria es lo que piden los padres de hijos enfermos. Lo que reclaman los sindicatos también es lo que reclamamos quienes creemos que las represas no son sólo un mal negocio para Aysén, sino que además, atentan contra el tipo de región sustentable que anhelamos e hipotecan el futuro de nuestra gente al acaparar el agua que corre por los valles patagónicos. Y así podría estar toda la noche enumerando, pero no tengo tiempo, ganas ni pila (ruego no recurrir al facilismo ése de “entonces, necesitamos energía”, porque las alternativas a las represas y termoeléctricas están bastante explicadas ya). Porque todos vivimos en este barco que se llama Aysén, todos estamos levantados por temas estructurales, por cierto, pero también por los que aquejan a nuestros coterráneos. Y, también, porque en muchos casos complican a otras varias regiones del país.