Cierto es que el sector forestal ha evolucionado, de un proceso artesanal a la total industrialización de este. Tantos han sido los avances sectoriales, que hoy es uno de los pilares de la economía nacional.
Lamentablemente los trabajadores somos gradualmente excluidos del crecimiento económico de la industria, la tercerización de gran parte de los procesos productivos genera la precarización de los empleos, la dispersión de los trabajadores, sindicatos débiles y salarios que no se condicen con las utilidades del negocio forestal.
A lo anterior, se suma una legislación laboral en exceso restrictiva, que limita el accionar de los trabajadores y los conmina a soportar lo establecido. Sin duda, las desigualdades sociales se acentúan en las empresas del rubro forestal.
En la actualidad Chile es ante la comunidad Internacional un ejemplo de manejo económico, pero pocos analizan acuciosamente la realidad nacional. En la practica somos los trabajadores quienes vendiendo a precio de hambre nuestra fuerza de trabajo, hacemos de este país lo que es.
Doscientos años de libertad ilusoria, en la que todavía somos esclavos de las clases mas pudientes, donde uno puede mas que miles y esos miles hacen a ese uno. En esta sociedad del bienestar, en la que el crédito adormece la capacidad de razonamiento obrero, en la que no somos más que mansos corderos rumbo al matadero.
Hoy mas que nunca debe primar nuestra capacidad organizativa, es ahora cuando los trabajadores forestales debemos unir nuestras fuerzas y demostrar la importancia del recurso humano en los procesos productivos. Es el momento de que esos miles le hagan saber a ese uno que no piden caridad, sino, que exigen justicia.
Guillermo Pereira S.
Secretario Sindicato INSAC
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